Cuando todavía falta un mes para Navidad, el rastro organizado por Isabel Ruiz en un bajo de la calle Real ya busca otro local ante la avalancha de donaciones
27 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Todo me parece poco para recaudar. Yo espero que la generosidad de esta ciudad, como siempre, cumpla nuestras expectativas», cuenta ilusionada Isabel Ruiz, alma máter del mercadillo navideño que desde 1991 reúne muebles, vajillas, cristalería, pintura y todo tipo de objetos y antigüedades donados por particulares para obtener fondos para quien más lo necesita. Este año su mirada se dirige a las familias canarias que han perdido todo con la erupción del volcán de La Palma y con ese propósito aspiran a superar la barrera de los 30.000 euros. Las donaciones han sido generosas y muy interesantes, adelanta Isabel, hasta el punto de que el bajo de la calle Real donde están instalados se ha quedado pequeño a un mes de la Navidad, y ya buscan un local más amplio para acoger los muebles.