Un huerto comunitario con poderes terapéuticos en el barrio de Canido

beatriz antón FERROL / LA VOZ

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Roberto Taboada y Rosalía Fernández, en la parcela que cultivarán los pacientes de la AECC
Roberto Taboada y Rosalía Fernández, en la parcela que cultivarán los pacientes de la AECC CESAR TOIMIL

Enfermos de cáncer cultivarán una parcela dentro de un programa para fomentar su autoestima y luchar contra el aislamiento

18 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hundir las manos en la tierra, sembrarla y mimarla para luego recoger los frutos en un mano a mano con otras personas tiene un enorme poder terapéutico. Lo cuenta entusiasmada la psicóloga de la delegación ferrolana de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Rosalía Fernández, quien coordina una iniciativa que a partir de febrero del 2021 permitirá que pacientes oncológicos y sus familiares puedan cultivar una de las parcelas de la huerta comunitaria que la Asociación Veciñal de Canido gestiona en el barrio, junto al centro cívico, en unos terrenos cedidos en precario por la constructora Abeconsa.

«Trabajar en un huerto comunitario es una actividad que puede ayudar mucho a los enfermos y a sus familiares a nivel emocional, porque les obliga a salir de casa y relacionarse con otras personas, evitando así su aislamiento social, además de fomentar el sentimiento el sentimiento de valía y de pertenencia a un grupo», explica la psicóloga Rosalía Fernández. Además, la actividad también tiene por objetivo fomentar una alimentación sana y equilibrada entre los pacientes y sus familiares, porque en la parcela se cultivarán hortalizas autóctonas de forma totalmente ecológica. «Los alimentos cosechados se destinarán al autoconsumo, aunque también es probable que lleguemos a un acuerdo con algún cocinero de la zona para que con parte de esos productos prepare varias recetas saludables, les enseñe cómo hacerlas a los pacientes y luego las compartan todos juntos en una comida. Esto último es algo que nos gustaría hacer una vez realizada la cosecha, siempre y cuando la situación por el covid lo permita», explica Fernández.

La iniciativa se enmarca dentro del programa EnREDE de la AECC, en el cual se incluyen otras actividades de «prevención, apoio, lecer e formación» para enfermos y sus familiares, como yoga, pilates o marcha nórdica.

Unas tierras que tambien serán trabajadas con fines educativos y solidarios

Los enfermos oncológicos de la AECC y sus familiares no estarán solos en la huerta comunitaria de Canido. Según explica el presidente de la Asociación Veciñal Roberto Taboada, en los terrenos también cultivarán frutas y hortalizas estudiantes del colegio San Rosendo; personas que se encuentra en una situación económica precaria, a través de la parroquia de Santa Cruz; el voluntariado internacional de la asociación Xeración; y también los propios vecinos del barrio.

«Cada unha das entidades temos un obxectivo distinto: social, para dar apoio ás persoas máis vulnerables e facilitarlles o acceso a productos fresco no caso da parroquia de Santa Cruz; pedagóxico, para iniciar ao alumnado do colexio San Rosendo nas prácticas agrícolas; de voluntariado, para propiciar o intercambio de prácticas de diferentes países por parte de Xeración; terapéutico, para fomentar os hábitos de consumo saudable e da alimentación como elemento sanador, para a AECC; e finalmente, para a Asociación Veciñal, o interese por poñer en marcha un proxecto colaborativo de autoxestión», explica Taboada.

En el proyecto también ha colaborado el alumnado en prácticas de un curso de agricultura organizado por Cáritas en el barrio, que se ocupó de realizar los primeros trabajos de acondicionamiento de la parcela. Y además, además, la asociación vecinal cuenta con el asesoramiento de una ingeniera agrónoma y el apoyo de empresas como Agroflor, Maderas Noroeste y Abeconsa.